En cualquier relación, cuando algo se rompe -sobre todo si es la confianza-, cuesta horrores arreglarlo. Esa misma sensación experimentó el hincha de Atlético, aferrado a su equipo desde hace años, cuando la temporada pasada desperdició una inmejorable chance y una gran ventaja de puntos para ascender a Primera. “Estoy contento porque los hinchas volvieron a la cancha”, admitió Cristian Lucchetti tras el 2-0 a Atlético Paraná, dando ciertos indicios de que la herida se había curado. ¿Será así?
“Además de darles victorias, tenemos que dejar una mejor imagen”, reconocía Cristian Menéndez allá por febrero, justo antes de volver a enfrentarse al público. El delantero venía de anotar el único gol en la final que perdió con Huracán pero ni eso lo salvó del daño causado.
En ese primer partido de local en el torneo, ante Central Córdoba, bastó irse al descanso abajo para que gran parte del estadio repruebe al equipo aunque estaba claro: el 0-1 era lo que menos importaba. Lo que seguía doliendo era el desempate perdido en diciembre de 2014.
El equipo se hizo protagonista del torneo y las recaudaciones fueron en aumento. La del domingo fue, junto al partido de la fecha 13 ante el líder Patronato, la más suculenta. “Es entendible lo que pasó. Ellos tienen el mismo sabor amargo que tenemos nosotros por lo que se nos escapó pero el hincha genuino sabe que la camiseta está por encima de cualquier campaña”, agregó el arquero, que sintió el respaldo en todo momento.
Por primera vez en la temporada, el público volvió a cantar -y a creer- por el ascenso, una vez que llegaron los goles ante Atlético Paraná. “Volvieron a alentar, a estar contentos, a sentirse identificados”, explicó el “Laucha”.
Más allá de los vaivenes que sufrió el equipo a lo largo del torneo, los números hablan por sí solos: 48 puntos sobre 78 (61,5% de efectividad) y una actuación impoluta en el Monumental: 10 triunfos y tres empates.
“Volvieron a confiar gracias a nosotros. Se dieron cuenta de que damos todo y eso se nota”, resaltó Lucchetti.